Comunicado conjunto de Abando Habitable y AMPA Cervantes IGE
Desde hace 4 semanas, cuando se inició la excavación de las obras del edificio del Obispado y Mutualia en la antigua parcela del Colegio Carmelitas, se han sucedido las denuncias por parte de la plataforma vecinal Abando Habitable y la AMPA de la escuela Cervantes por el incumplimiento de las condiciones fijadas en la licencia. Estas denuncias llueven sobre mojado, puesto que ambas Asociaciones ya denunciaron durante el derribo, en 2021, múltiples irregularidades e incumplimientos. La instalación de una grúa de 25 metros sin las aprobaciones pertinentes o la valla de obra que consumía más acera de la permitida, demostraron que eran las denuncias vecinales las que servían de sistema de alarma frente a las irregularidades, ante una ausente Administración.
En este reinicio de las obras, tras casi un año paradas, el Obispado ha vuelto a infringir las medidas fijadas en la licencia de obras y el estudio de impacto acústico de 2021. Las llamadas a la policía municipal, que se ha personado en las instalaciones tres veces, no han servido para parar las obras o corregir los incumplimientos. Cuando se consigue que vengan, los agentes municipales informan reiteradamente de que no es su responsabilidad vigilar que se cumplan las medidas, que es el Área de Urbanismo la competente. El Área de Urbanismo del Ayuntamiento de Bilbao, por su parte, parece que se reserva el derecho de no dar respuesta hasta el plazo administrativo legal de 30 días. Tras reiteradas llamadas, informan que contestarán en plazo, como no podía ser menos, pero que no facilitan más información telefónicamente sobre si han intervenido o van a intervenir de alguna forma. Se remiten, y dan por bueno, a un nuevo estudio de impacto acústico más laxo en sus medidas correctoras, que la empresa constructora ha presentado en 2023, pero que no ha sido incorporado legalmente a la licencia. Las Asociaciones han presentado denuncias al respecto, pero tampoco han recibido respuesta.
Ante la ausencia de intervención de las autoridades municipales, pese a existen sobre el papel los mecanismos de control administrativos habituales además de los específicos establecidos para estas obras, como es la comisión de seguimiento de las obras, integrada por varias áreas municipales, nos preguntamos: ¿de qué sirve todo ello si sistemáticamente se incumplen las medidas indicadas en la licencia y el Ayuntamiento no interviene? ¿de qué sirve la monitorización en continuo del ruido, gracias a los dos sonómetros que la empresa tiene obligado instalar, si cuando se superan los límites de ruido, como ocurrió en septiembre de 2021, nadie interviene?
Hace un año, el Negociado de obras mayores del Ayuntamiento, la sección responsable de velar por el cumplimiento de la licencia en el Ayuntamiento, tras certificar en una visita a la obra el uso del martillo hidráulico, que está expresamente prohibido por la licencia, se limitaron a hacer una llamada al jefe de obra. Ahora que vuelven a usarlo ilegalmente, volvemos a denunciarlo, aunque no esperamos nada ya de la Administración.
Además, el Obispado sigue sin presentar el preceptivo plan de obras y fechas de inicio de cada una de las fases, pero tampoco lo esperamos ya. Lo hemos requerido múltiples veces y nunca llega. Dirán que se han comunicado fechas aproximadas, pero no cumple ni en forma ni en fondo.
En el pleno municipal en el que la AMPA participó en el turno popular hace tres años, el concejal de Urbanismo, Asier Abaunza Robles, dijo reiteradamente que «tiene que prevalecer siempre la ley». Vecindario y familias nos preguntamos qué ley es a la que se refiere Abaunza.
Mientras, seguimos denunciando, aunque hayamos dejado de esperar.
Documentación