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Alegaciones al estudio de impacto acústico del derribo

La obra es incompatible con la ventilación

Nota: al final de este artículo se incluyen todos los documentos referenciados.

En el barrio de Abando, Bilbao, el Obispado tiene previsto demoler el antiguo edificio de la escuela de magisterio BAM y construir su sede diocesana y la clínica Mutualia. Para conceder la licencia de derribo el Ayuntamiento de Bilbao solicitó inicialmente el preceptivo estudio de impacto acústico. 

Debido a las reclamaciones de las familias de la escuela pública CEIP Cervantes HLHI, y a su presencia en el Pleno Municipal de octubre, el ayuntamiento solicitó a la constructora que en el estudio de impacto acústico se tuvieran en cuenta las especiales condiciones sanitarias que afectan al Colegio Cervantes y que propusiera «medidas correctoras que permitan compatibilizar las obras de derribo con las necesidades de ventilación de las aulas”.

La empresa constructora, Construcciones Murias, presentó su estudio de impacto acústico que proponía como medida principal que “las tareas ruidosas cesarán a todas las horas en punto desde las 10:00 horas a las 16:00 horas (ambas incluidas), durante diez minutos, para que en dicho centro educativo sea posible realizar una correcta ventilación periódica de las aulas, evitando así unos niveles de ruido elevados en el interior del centro, así como la generación de polvo en el ambiente”. 

Además, solicita “la suspensión de forma temporal del cumplimiento de los objetivos de calidad acústica durante la realización de éstas” porque según el estudio se superan los límites legales establecidos tanto para las viviendas como para el colegio. En las conclusiones del estudio se dice que “las tres fases de la obra supondrán una generación de niveles de ruido que pueden superar los objetivos de calidad acústica indicados por el Decreto 213/2012 y los valores límite indicados por la Ordenanza Municipal, tanto a nivel de terreno como a nivel de fachada”.

El Subárea de Sanidad presentó su informe sobre el estudio de impacto acústico. En él se indica que “se estima oportuno solicitar a la empresa contratada la elaboración de un cronograma que prevea que las actuaciones de obra, con mayor emisión de polvo en suspensión y ruido se ejecuten, en la medida de lo posible, en horario no lectivo, coordinadas de manera conjunta, entre Dirección de Obra y la Dirección del Centro escolar”. 

La AMPA del CEIP Cervantes HLHI y la Asociación vecinal Abando Habitable consideran que las medidas propuestas por Construcciones Murias son insuficientes. Han presentado en sede municipal un listado de alegaciones que muestran las contradicciones con documentos antes presentados por la propia constructora y las incongruencias del estudio de impacto acústico presentado así como otras cuestiones que no han sido consideradas en el informe municipal. Ello debería obligar como mínimo a su reelaboración.

Ambas asociaciones también han solicitado un estudio sobre el polvo o partículas en suspensión que generarían las obras para conocer con exactitud las consecuencias de esta obra en la salud, ya que la petición del preceptivo estudio de impacto acústico solicitado no hace mención específica a este respecto. Piden que se considere la necesidad de ventilación en espacios cerrados, haya o no una pandemia, sobre todo en las aulas de la Escuela Cervantes donde los alumnos pasan la mayor parte del día.

Observaciones presentadas

Este es un resumen de las alegaciones presentadas. Puedes descargar el documento completo al final de este texto.

A. Contradicciones

En relación a la duración de las obras recogida en el estudio de impacto acústico, es incorrecto el cálculo de que la fase 1 de las obras, -donde se incluye la demolición de la BAM y la cimentación, excavación y estructura-  durará 12 meses, ya que, si se atienden a otros datos suministrados por la propia empresa constructora, tendrían una duración, como mínimo de 19 meses. En total, el informe habla de dos años y dos meses de duración de las tres fases de la obra y la información de la constructora lo amplía a tres años y cinco meses. Por lo tanto, tienen que recalcular los plazos y presentar nuevamente el estudio de impacto acústico contemplando estas modificaciones.

Comparativa de duración de obras según estudio de impacto acústico y según otros documentos presentados por la constructora y tiempos estimados. *Al no disponer de otros tiempos estimados alternativos a los del estudio de impacto acústico para las fases 2 y 3 hemos modificado los tiempos originales multiplicándolos por el mismo factor que la infraestimación de la fase 1: ~1,58, resultado de dividir 19 meses entre 12 meses.

El ejemplo de las obras del edificio de la Fiscalía, no lejos de allí y con el mismo tipo de suelo, arroja algo de luz sobre las estimaciones planteadas por Construcciones Murias. Solamente teniendo en cuenta las fases de derribo del edificio existente y la excavación supusieron 3 años y dos meses, cuando la duración estimada para TODA la obra según la licencia era de 36 meses. Según el estudio de impacto acústico de Murias la cimentación, excavación y estructura se harían en 9 meses (!) en una parcela 5 veces más grande. Creemos que esta es una infraestimación mayúscula: una obra 5 veces más pequeña, sin haberse construido la estructura bajo rasante, llevó ¡38 meses!

En el estudio también hay contradicciones en torno a cuestiones como el horario de trabajo o la maquinaria a utilizar y, por otra parte, las medidas correctoras que se plantean son irrealistas e insuficientes y no tienen en cuenta la necesidades de la comunidad escolar de la escuela Cervantes, de las familias y de los vecinos del barrio. Y no solo eso, sino que no hay compromiso de cumplirlas por parte de la empresa constructora.

B. Ventilación

No se está teniendo en cuenta que en el colegio Cervantes hay dos patios al aire libre en los que se realiza actividad docente en horario lectivo y en los que, al no tener ventanas, se sufriría más el impacto generado por las obras.

En el estudio tampoco se ha considerado que, debido a la emergencia sanitaria por la pandemia del Covid y a las recomendaciones del Ministerio de Salud y el Gobierno Vasco, el centro escolar se ha dotado de un plan de contingencia que obliga a tener las ventanas continuamente abiertas.

Su solución es cesar las tareas ruidosas durante diez minutos cada hora para tratar de compatibilizar las obras con la necesaria ventilación en las aulas, una medida insuficiente porque los expertos y los estudios científicos recomiendan una ventilación continua y mantener las ventanas abiertas todo el tiempo posible.

C. Ruido

En el informe no se alude al hecho de que las condiciones acústicas variarán a medida que cambie el tipo de roca y hay que tener en cuenta que el taladrado en la roca supondrá una de las fases más ruidosas de la obra pero ni se menciona.

Tampoco se calcula en el estudio el impacto que tendrá el tráfico de camiones para retirar el material excavado y tampoco se contemplan los objetivos de calidad acústica en interiores.

También consideramos irreal la posibilidad de utilizar la medida del apantallamiento para máquinas de grandes dimensiones con objeto de reducir el ruido.

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