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COVID-19

Deseos de la AMPA Cervantes para el año nuevo

DERECHOS, TRANSPARENCIA, COMPROMISO Y SENTIDO COMÚN

Hace años la AMPA de la escuela Cervantes de Bilbao tuvimos noticia a través de la prensa del proyecto de edificio Bizkeliza Etxea que la Diócesis de Bilbao quiere construir en la parcela delante de la Escuela Cervantes (donde actualmente está ubicada la Escuela Universitaria de Magisterio Begoñako Andra Mari —BAM—). 

A las familias nos preocupa mucho el futuro de esta edificación y cómo puede afectar a nuestra escuela. Tenemos muchas razones para preocuparnos y por ello llevamos varios años alzando la voz para paralizar un proyecto que consideramos no debe realizarse a escasos metros de una escuela pública

Os invitamos a ver el vídeo realizado por algunos de los alumnos de la Escuela Cervantes, para que sepan de primera mano la opinión de los más vulnerables sobre este proyecto. 

¡Ahora más que nunca escuchemos sus voces
y hagamos realidad sus deseos!

Este otoño a causa de la urgencia de la pandemia ha estado repleto de acciones para visibilizar el grave problema al que el Ayuntamiento y el resto de la Administración Pública NO están dando solución:

  1. En septiembre escribimos una carta abierta al Ayuntamiento y al Obispado solicitando que retrasaran el inicio de las obras. Nunca tuvimos respuesta.
  2. Cantamos con el alumnado del Cervantes un sentido Txoria Txori y organizamos una manifestación frente a la escuela universitaria BAM.
  3. Poco después, en octubre, realizamos una marcha a Mutualia.
  4. Hemos escrito a los responsables políticos y técnicos pidiendo soluciones y realizado un envío masivo de cartas al Papa Francisco mostrando nuestra preocupación.
  5. Hemos pedido en el Pleno del Ayuntamiento de Bilbao que se pospongan las obras. El gobierno municipal votó en contra.
  6. Hemos pedido a la Comisión de Educación del Parlamento Vasco que interceda para evitar un posible desastre educativo ocasionado por las obras.
  7. Incluso hemos organizado un taller infantil de máscaras de gas para mostrar nuestra preocupación frente al derribo ante la inacción de la Administración.

La AMPA del Colegio Cervantes ha comparecido en dos ocasiones ante la administración pública este 2020. La primera en octubre 2020 ante el Pleno del Ayuntamiento de Bilbao, la segunda ante la comisión de Educación del Parlamento Vasco. En ambas ocasiones los principales argumentos ante nuestras preocupaciones es que las LEYES están para cumplirse. 

Sabemos que las leyes y las normas están para cumplirse y nosotros les recordamos que los derechos están para protegerse y hay derechos que velan por una educación pública de calidad y por la salud. 

Las leyes están para servir a los derechos. 

Aun sabiendo que este proyecto urbanístico está amparado por la normativa, todos sabemos que existen normas y derechos que amparan nuestras reivindicaciones, el interés público, derecho a la salud, normas de prevención de riesgos, derecho a la educación, y los derechos de la infancia entre otros. 

Imagen aérea de la Escuela Cervantes y de la parcela de enfrente donde actualmente está ubicada la Escuela Universitaria de Magisterio Begoñako Andra Mari (BAM).

Hay que proteger la educación pública. Frente a intereses en conflicto debe primar el interés general: hay que garantizar la educación pública de calidad y cercanía, frente a los intereses lucrativos privados (que entendemos que son los que se tienen que amoldar).

Creemos que este proyecto afecta entre otras cosas a la calidad de la educación pública y por ello consideramos que es un tema que también compete al Departamento de Educación del Gobierno Vasco entre otras instituciones.   

Imagen de la parcela delante de la Escuela Cervantes donde actualmente está ubicada la Escuela Universitaria de Magisterio Begoñako Andra Mari (BAM).

Por otra parte, desde hace varios meses hemos intentado contactar con distintas instituciones ya sea para pedir acceso a la información o para exponer nuestras quejas y con lo único que nos hemos encontrado es con OPACIDAD y DISCULPAS alegando falta de competencias.

Hasta ahora no hemos obtenido respuestas satisfactorias de las distintas personas y órganos de la Administración pública a los que nos hemos dirigido con quejas y preguntas. La delegada de educación en Bizkaia, Ana Isabel Ferri no ha contestado a nuestros mensajes; el concejal de educación, Koldo Narbaiza, no aclara qué medidas correctoras va a adoptar el consistorio para “minimizar la repercusión de las obras previstas”; la concejala de salud, Yolanda Díez nos dijo que nos fuéramos «medianamente tranquilos»; Prevención de Riesgos Laborales del Departamento de Educación ha dicho que no le corresponde emitir un informe sobre lo que causarían las obras; el consejero de Educación, Jokin Bildarratz, dijo que la obra no es de su competencia… Ante estas respuestas, o ausencia de ellas, las familias del Cervantes sentimos desamparo.

Nadie se hace responsable de tomar medidas para prevenir lo que pueda pasar en nuestra escuela. Pastor Garrido (Socialistas Vascos) habló de que “es inevitable que el Departamento de Educación tenga que hacer alguna especie de plan de contingencia específico para el centro”, pero esta afirmación parecen palabras vacías. No hubo ningún compromiso por su parte ni por el otro partido de gobierno.

Haciendo rebotar la pelota de una administración a otra, lo que nos dan a entender es que las leyes NO están al servicio de los ciudadanos, y que los intereses privados y el dinero prevalecen por encima del interés público, la educación y la salud, es decir están por encima de los derechos fundamentales.

Si el Gobierno Vasco con motivo de la pandemia puede limitar la movilidad y cerrar establecimientos, entre otras normativas necesarias para frenar los contagios ¿cómo no va a poder paralizar una licencia de obra o posponer una obras para que un colegio pueda cumplir así con las medidas sanitarias que ellos mismos recomiendan?

Imagen de la acera de la Escuela Cervantes a la hora de entrada de los alumnos.

¡Los niños merecen un poco más de atención
y consideración por parte de los políticos! 

Nos gustaría que las instituciones y agentes implicados y afectados trabajasen de manera conjunta y que la falta de respuestas por parte de la administración pública fuera considerada. 

¿Por qué será que no les interesa que se conozca nuestro problema, el problema del barrio de Abando, el problema de Bilbao? 

Esto es un pelotazo urbanístico amparado por la Ley, amparado por el Ayuntamiento, y hasta por el Parlamento Vasco. 

Han recalificado la parcela de al lado de nuestra escuela para levantar el veto docente y que se pueda hacer negocio “legalmente”. La última parcela del barrio donde situar un espacio público de proximidad. Esa parcela que está a 12 metros de distancia de una guardería y una escuela de infantil y primaria.

Una parcela en la que se pretende llevar a cabo un proyecto que consta de varias fases y que durará más de 3 años:

  • Derribar la actual escuela de Magisterio BAM de 6 plantas;
  • Excavar 2.033 metros cuadrados a 15,6 metros de profundidad un suelo de roca;
  • Mover 35.000 metros cúbicos de roca, asfalto y tierra;
  • Mover tierra para garajes;
  • Obras de la red de saneamiento y albañilería interna;
  • Encofrado 5 plantas de estructura (10.000 metros cuadrados);
  • Construcción de un nuevo edificio de 7 plantas + 5 sótanos.

Todo esto si no aparecen imprevistos. 

Durante el desarrollo del proyecto lo que es seguro es que los niños del Cervantes estarán expuestos a la contaminación por ruido y a la contaminación del aire (por el polvo y otras partículas en suspensión potencialmente peligrosas para la salud, así como por el aumento del tráfico constante de maquinaria).

Pensemos en todo esto.

¿Nos imaginamos el ruido que se producirá durante el desarrollo de estas 3 fases? 

El ruido será constante y excesivo.

Para poder hacer esta afirmación, desde mediados de diciembre 2020 tenemos como documento de referencia el Estudio de Impacto Acústico presentado por la empresa constructora. 

Este documento tiene por objeto determinar los niveles de ruido en el ambiente exterior que generará la obra de demolición y la posterior construcción de un nuevo edificio, y definir las medidas correctoras oportunas que mitiguen la generación de ruido.

La conclusión del Estudio de Impacto Acústico es que las 3 fases principales del proyecto suponen unos niveles de ruido por encima de lo permitido en centros educativos y zonas residenciales, tanto a nivel de terreno como a nivel de fachada.

Después de analizar las conclusiones y las medidas correctoras, desde la AMPA del Cervantes,  hemos presentado un documento con las alegaciones que consideramos pertinentes. 

Por lo tanto, ya sabemos de los datos proporcionados por la empresa constructora que la demolición y las obras del proyecto a desarrollarse en la parcela delante de la Escuela Cervantes producirán un ruido por encima de lo permitido y por lo tanto nos preocupamos por los efectos nocivos sobre la salud de nuestros hijos e hijas.

La contaminación por ruido es el resultado del empleo de maquinaria de demolición, del paso de los camiones, de los vehículos auxiliares y de la caída y remoción de escombros.

Ya sabemos que la exposición al ruido a largo plazo tiene efectos importantes sobre la salud. Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) que dicha exposición ocasiona 12.000 muertes prematuras y contribuye a 48.000 casos nuevos de cardiopatía isquémica (provocada por el estrechamiento de las arterias del corazón) al año en Europa. También se calcula que 22 millones de personas sufren grandes molestias crónicas y que 6,5 millones de personas sufren alteraciones del sueño graves y crónicas. 

¿Nos imaginamos sufrir el ruido de unas obras de esta magnitud todo el día?

No nos hace falta ir muy lejos para saber lo que puede pasar. A dos manzanas de nuestra escuela las obras del edificio de la Fiscalía en la calle Henao nos han enseñado el futuro que queremos evitar: 3 años de excavaciones en un suelo de roca similar al de la parcela de BAM que se han convertido en una pesadilla de ruido para los vecinos. A pesar de sus quejas no han conseguido que el Ayuntamiento interviniera. Los vecinos afectados preparan acciones judiciales.

Además del ruido otra consecuencia de la demolición y las obras es la contaminación del aire por la generación de polvo y otras partículas en suspensión potencialmente peligrosas para la salud, y por el aumento del tráfico constante de maquinaria.

La realización de obras de construcción produce la emisión a la atmósfera de contaminantes que pueden afectar a la salud de las personas expuestas. Entre estos contaminantes destacan principalmente las partículas en suspensión presentes en el polvo generado en abundancia en las obras y demoliciones, junto con los contaminantes propios de las emisiones del tráfico rodado, ya que en este tipo de obras suele darse de forma paralela un aumento de la circulación de los vehículos y camiones que trabajan para dichas obras.

Sabemos que la exposición al aire contaminado es especialmente peligrosa cuando existen núcleos de población de riesgo como los niños y los bebés, y el riesgo aumenta si se pasan muchas horas en ese tipo de ambiente. 

Se debe tener en cuenta este tipo de contaminación ambiental (por la generación de polvo y otras partículas en suspensión potencialmente peligrosas para la salud, y por el tráfico constante de maquinaria) a escasos metros de una escuela, a la hora de plantear medidas correctoras en un proyecto urbanístico. 

La contaminación del aire (tanto interior como exterior) es un importante problema de salud, ya que puede desencadenar enfermedades respiratorias, por ejemplo asma o cáncer de pulmón. 

En Europa se han conseguido grandes avances en materia de mejora de la calidad del aire exterior y se han establecido unos valores límite para varios contaminantes. Sin embargo, la calidad del aire interior también requiere atención, ya que es en el interior donde pasan los alumnos la mayor parte del tiempo. 

Los efectos adversos derivados de una pobre calidad del aire en un ambiente cerrado como un aula debe tenerse muy en cuenta ya que los alumnos pasan 7 horas al día, 5 días a la semana en la escuela. 

Debemos recordar asimismo que en la calidad del aire interior influyen factores como la ventilación pero también la calidad del aire exterior ya que al aumentar la concentración en el aire exterior de un contaminante, aumenta también su concentración en el interior del edificio. 

Queremos subrayar la importancia de poder ventilar de forma correcta en las aulas de la Escuela Cervantes. 

Un aula bien ventilada ayuda a mantener una buena calidad del ambiente, favorece una buena oxigenación de los pulmones y permite, además, sentirse más confortable a la hora de estudiar. Para alcanzar el confort y el bienestar de los alumnos en las aulas, es bueno aprovechar la energía solar y disponer de una adecuada ventilación que mantenga un buen nivel de oxígeno y reduzca el nivel de dióxido de carbono (CO2).

En las aulas se suele ventilar mediante la llamada ventilación por dilución,  abriendo ventanas y puertas, ya que el aire “limpio” diluye los contaminantes existentes en el aire del local. 

Ventilando correctamente las aulas reducimos la posibilidad de que los alumnos desarrollen enfermedades respiratorias. 

Debemos recordar que una constante y adecuada ventilación en las aulas es necesaria más allá de que nos encontremos o no en una situación de pandemia, pero especialmente estos meses una buena ventilación es imprescindible.

Como ha quedado ya demostrado y admitido por numerosos estudios científicos y por las autoridades sanitarias la COVID-19 se transmite principalmente por aerosoles. Una de las formas más efectivas para prevenir su contagio es ventilar adecuadamente. 

Las ventanas deben estar abiertas todo el tiempo posible. Así lo indica la comunidad científica y el propio Parlamento Vasco. Recientemente en la Comisión de Educación del Parlamento Vasco (14 de diciembre de 2020) se defendió la ventilación natural y abrir las ventas al máximo posible como la medida más adecuada para combatir la propagación de la COVID-19. 

Los niños del Cervantes pasan muchas horas aprendiendo en la escuela. Imaginemos lo que será para ellos pasar todo el día en un ambiente contaminado. 

Desde la AMPA, ante la perspectiva de una demolición y unas obras a escasos metros de la Escuela Cervantes, y vistos los datos sobre el exceso de ruido que ha proporcionado la empresa constructora, nos preguntamos:

  • ¿Cómo van a aprender los alumnos de la Escuela Cervantes? 
  • ¿Qué efectos observaremos a largo plazo sobre su salud y su rendimiento escolar?
  • ¿Cómo se va a proteger la salud de la comunidad escolar que estará expuesta a polvo, contaminación y ruido?
  • ¿Cómo se va a garantizar que se pueda llevar a cabo un adecuado desarrollo de la labor docente en estas condiciones adversas?
  • ¿Cómo se va a llevar a cabo una buena ventilación en las aulas, una de las medidas de prevención más importantes en las escuelas ante el COVID-19, y una rutina necesaria en ambientes cerrados, si las ventanas deben estar cerradas por el polvo y el ruido de las obras?
  • ¿Quién se va a hacer responsable de las enfermedades que puedan empezar a manifestarse en nuestros hijos una vez empezadas las obras?
  • ¿Qué están haciendo las autoridades municipales para defender la salud de la comunidad escolar?

Ya son 2 años que decimos que este proyecto es una IMPRUDENCIA por las consecuencias que pueden tener un derribo y una obra en la salud de los niños, en su rendimiento escolar a largo plazo, en la seguridad de familias y la comunidad escolar, y en la convivencia del barrio.

Se nos ha dicho desde la Administración pública que trabajarán para minimizar los daños. 

Nosotros creemos que aunque se minimicen los daños durante las obras, al final de estas los problemas que nos preocupan persistirán y seguirían afectando a la calidad de la educación, como son la falta de luz, y el ruido y la contaminación del aire.. 

Insistimos que estamos en contra del derribo y de las obras, y por lo tanto de este proyecto, con o sin COVID-19. Bajo ningún concepto estamos aprovechando esta situación de pandemia para protestar por el proyecto, ya que nuestras reivindicaciones empezaron hace años. Lo que sí es verdad es que las medidas de prevención que se deben adoptar en los centros escolares contra la COVID-19 nos han hecho reivindicar con más urgencia y de manera más alarmista la inviabilidad del proyecto. 

Si denuncias desde un principio que este proyecto va claramente en contra de los intereses del vecindario y de un colegio público y desde el Ayuntamiento no solo te dan la espalda sino que favorecen dicho proyecto, ¿tenemos menos derecho, ahora, en plena pandemia a protestar y mostrar preocupación y miedo por la salud de los niños y niñas del Cervantes?

Pero insistimos por si no ha quedado claro, como ya expusimos en el pleno municipal del 29 de octubre de 2020: creemos que un derribo y una obra no se deben realizar a escasos metros de una escuela y menos durante esta pandemia (en la que una buena ventilación en las aulas es primordial). 

Hay que garantizar la salud de los niños y el rendimiento escolar a largo plazo. 

En la Haurreskola Cervantes hay bebés de meses y en la escuela Cervantes niños en etapa de crecimiento. La infancia es un colectivo vulnerable y hay que protegerla.

Unicef —la Organización de las Naciones Unidas para la infancia— ha otorgado a Bilbao el reconocimiento como “Ciudad Amiga de la Infancia”, un Sello a través del cual UNICEF  reconoce y pone en valor el trabajo a favor de las niñas y los niños realizado en los pueblos y ciudades. 

Creemos que es el momento de que el Ayuntamiento demuestre que la ciudad de Bilbao de verdad trabaja para los niños, defendiendo la escuela Cervantes y a sus cientos de alumnos. 

Los políticos en el ayuntamiento deberían estar al servicio de los ciudadanos. Nuestros hijos son también ciudadanos. No solamente el reclamo para sacarse la foto ante la placa de “Bilbao Ciudad Amiga de la Infancia”.

Nos gustaría volver a recordar que todos los adultos somos responsables de los niños. Tenemos el deber de cuidarlos, igual que tratamos de cuidar a nuestros mayores en la pandemia. Nuestros hijos son los amigos de vuestros hijos, vuestros sobrinos y vuestros nietos. NO huyamos de esa responsabilidad, porque cualquier accidente o enfermedad será responsabilidad de TODOS.

Estamos seguros de que todos tenemos niños y niñas en nuestro entorno, y que compartimos la misma preocupación: que crezcan sanos y aprendan en un entorno adecuado. 

Cuando oímos a las instituciones públicas hablar de leyes y normativas y compatibilidad de las obras con la salud de los menores creemos que no se puede estar más alejados de la realidad y de la ciudadanía. 

Pedimos a la administración pública que sean valientes y responsables.

Ante todo lo que nos hemos encontrado en los últimos años: leyes, opacidad, disculpas e imprudencia, decimos y seguiremos diciendo que deseamos DERECHOS, TRANSPARENCIA, COMPROMISO Y SENTIDO COMÚN.  

La AMPA de la escuela pública Cervantes de Bilbao, por todas las razones que les hemos expuesto en este documento, les pedimos que paren el proyecto ( que incluye un derribo, una excavación y una nueva edificación) que la Diócesis de Bilbao quiere llevar a cabo en la parcela delante de la Escuela Cervantes (donde actualmente está ubicada la Escuela Universitaria de Magisterio Begoñako Andra Mari) antes de que sea demasiado tarde. 

Para saber más:

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